¿Qué es el glaucoma?
La neuropatía óptica glaucomatosa es el daño progresivo que se ejerce sobre el nervio óptico, el cual es una estructura nerviosa semejante a un cable que conecta el ojo con el cerebro y transmite la información visual. Este daño se produce, principalmente, por una presión intraocular elevada que comprime y deteriora las fibras nerviosas del nervio óptico de forma irreversible.
A medida que avanza la neuropatía óptica, las células nerviosas se destruyen, afectando de forma gradual el campo visual de la persona. Este proceso es irreversible y, si no se controla a tiempo, puede llevar a la pérdida completa de la visión de forma irreversible. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible reducir el avance del daño y proteger la visión restante.
¿Qué significa ser sospechoso de glaucoma?
La "sospecha de glaucoma" es cuando, durante un examen ocular, encontramos ciertos signos que podrían indicar que hay riesgo de desarrollar glaucoma, pero no hay evidencia clara de daño en el nervio óptico o pérdida de visión. Algunos de estos signos pueden incluir presión ocular elevada, cambios en el nervio óptico o antecedentes familiares de glaucoma.
En este caso, es importante que sigas acudiendo a tus chequeos periódicos para monitorear cualquier cambio. Detectar el glaucoma en etapas tempranas es clave para prevenir la pérdida de visión y recibir tratamiento a tiempo si llega a ser necesario.
¿Qué tengo que hacer si tengo glaucoma?
El cuidado de un paciente con glaucoma es fundamental para controlar la presión ocular y prevenir daños en el nervio óptico. Aquí tienes algunas recomendaciones clave:
Cumplir con el Tratamiento
Sigue al pie de la letra las indicaciones de tu médico, especialmente con el uso de colirios y medicamentos. Esto ayuda a reducir la presión ocular y controlar el avance de la enfermedad.
No suspendas hipotensores oculares a menos que presentes algún tipo de reacción adversa o tu medico de cabecera los suspenda.
Asistir a Consultas Regulares
Es importante acudir a las citas de control para evaluar el estado del nervio óptico y ajustar el tratamiento si es necesario. La frecuencia de las consultas dependerá del tipo y la gravedad del glaucoma.
Una estimación de la frecuencia de consulta
Glaucomas con daño leve: 5 meses
Glaucomas con daño moderado: 4 meses
Glaucomas con daño avanzado: 3 meses
Exámenes de control de forma regular
El glaucoma es una enfermedad que puede causar pérdida de visión progresiva y, sin un tratamiento adecuado, llevar incluso a la ceguera. Dado que el glaucoma suele avanzar de manera silenciosa, sin síntomas en sus etapas iniciales, los exámenes médicos regulares son fundamentales para su control.
Monitoreo de la Presión Ocular: La presión ocular elevada es uno de los principales factores de riesgo para el glaucoma. Las revisiones periódicas permiten detectar cambios en la presión y ajustar el tratamiento para evitar que cause daño en el nervio óptico.
Evaluación del Nervio Óptico: A través de exámenes de imágenes y observación directa, el médico puede ver si hay signos de daño o desgaste en el nervio óptico. Esto ayuda a detectar la progresión de la enfermedad, incluso antes de que afecte la visión.
Campo Visual: Los exámenes de campo visual son esenciales para detectar áreas de pérdida de visión que podrían no ser notorias para el paciente. Estos cambios en el campo visual indican si el glaucoma está avanzando, permitiendo ajustar el tratamiento en caso necesario.
Las Guías europeas recomiendan que un paciente recién diagnosticado de glaucoma, se realice 3 campos visuales en el año posterior a su diagnostico.
Grosor de la Córnea (Paquimetría): Conocer el grosor de la córnea ayuda a interpretar con mayor precisión las mediciones de presión ocular, ya que el grosor de la córnea puede influir en estos valores.
Tomografía de Coherencia Óptica (OCT): Esta tecnología avanzada permite al médico evaluar las capas de fibras nerviosas en el ojo. Es una herramienta esencial para detectar incluso pequeñas pérdidas de tejido nervioso.
Recuerda: Cada uno de estos exámenes es importante porque ayuda a tu médico a tomar decisiones informadas para proteger tu visión a largo plazo. Incluso si te sientes bien y no has notado problemas visuales, acudir regularmente a tus citas médicas es la mejor forma de mantener el glaucoma bajo control y preservar tu calidad de vida.